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Casi a finales del año pasado estaba sentado en un bar que frecuento con regularidad, hablando de música con los amigos y con unas cervezas de por medio como hacemos casi siempre. Brincó a la plática una banda con un nombre muy peculiar que por equis o ye llamó mi atención: El Quinto Atlas.

Afirmaron que era el mejor disco del 2018 e inmediatamente lo pusieron en reproducción en las bocinas del bar, pero, como es costumbre en este tipo de lugares, la música pasa a segundo término, dejando la plática y el sonido del choque de envases vacíos en primer plano. Aun así, me di a la tarea de escucharlos: que alguien diga que es “el mejor disco del 2018” pone la vara muy alta.

En cuanto tuve oportunidad, tecleé en Spotify el nombre de la banda. Me topé con un arte de disco bastante interesante y un título simple, pero directo: Juega Libre.

Reproduje el primer track del disco y, desde el segundo uno, los redobles de tarola me atraparon, seguidos de un bajo y una melodiosa guitarra que grita nostalgia para así, darle paso a una voz desgarradora que con el paso de los segundos hace explotar la canción y con ella el sentimiento de querer verlos en vivo y hacer crowdsurfing, justo cómo el post hardcore y el hardcore melódico lo demandan.

Con el afán de conocer más sobre ellos, me di a la tarea de contactarlos mediante su página de Facebook para hacerles una pequeña entrevista sobre la banda, el sentido de sus canciones, qué los mueve para hacer música, entre otras cosas.

El Quinto Atlas está integrado por: Eric Salazar (Guitarra), Alfredo Padilla (Voz), Enrique “Kike” Toledo (Bajo y voz), Eleazar Rodríguez (guitarra) y Manuel Farias (Batería). Es una banda de post hardcore que nació en Monterrey N.L.

Todo empezó cuando Eric y Eleazar tocaban en una banda de deathcore. Después de un tiempo, Eleazar se dio cuenta de que se estaba aburriendo del proyecto y sentía ganas de experimentar con sonidos nuevos, explorar nuevas formar de hacer música. Entonces conoció a Manuel en la facultad y supo que tocaba batería. Desafortunadamente, la tenía en su ciudad natal: Río Bravo.

Eleazar fue tan insistente con Manuel, hasta que logró transportar su batería a Monterrey. Después, le contó a Eric del proyecto con el fin de que tocara con ellos. Poco después, en un casting apareció Kike, quien les dio un giro en cuanto a creatividad. Tas varios vocalistas que pasaron por el proyecto, llegó Alfredo para complementarlos en muchos sentidos.

Eric añade que la banda inició por el interés de darle un giro a lo que Jonathan y él estaban escuchando y tocando.

En lo personal, pienso que la música mueve a las personas de una u otra forma, pero siempre me interesa saber qué mueve a una persona a hacer música, qué los inspira.

Pues, al Quinto Atlas los inspiran varias cosas. Como su ciudad, la experiencia como grupo y como individuos. El utilizar la música como escape para todos los males que le aquejan, tocar como método de desahogo. Y algo tan esencial como el sentimiento de vivir.

Si escuchas a la banda y tienes algo de conocimiento sobre el género, probablemente podrás notar alguna semejanza con algunas bandas. Pero, entre las influencias musicales que tienen los integrantes del Quinto Atlas se encuentran: Saosin, Dance Gavin Dance, El Chojin, Zeta, Russian Circles, Pelican, Gos Is An Astronaut, Baroness, Touché Amoré, La Dispute, Movements, Bring Me The Horizon, entre otros.

Escuchar su más reciente disco “Juega Libre” puede ser todo un viaje de auto conocimiento, de abrir los ojos a la realidad y empezar a hacer algo al respecto. Pero, ¿qué significado le dan los creadores de estas canciones? Pues, para ellos, es dar una postura de firmeza, de fortaleza, para entender que existe una esencia que puede ser tu motorEs el sentimiento de paz y de calma que pueden llegar a provocar ciertos momentos o personas en la vida; lo caótico que puede llegar a ser el encontrarle sentido a la vida y a pesar de eso, sonreír y tratar de ver el lado bueno. Darnos cuenta que todos estamos en el mismo viaje de encontrar el motivo de vivir.

En resumen, para Eleazar, las canciones son palabras de aliento para quien lo necesita y le da gusto que cada quién le dé su propia interpretación y que cuente su propia historia mediante sus canciones.

“El mensaje de esperanza y de superación no es fácil de expresar sin sonar como speech motivacional. Tú como audiencia puedes darte cuenta cuando el mensaje es honesto y creo que  esto es lo que diferencia a la banda dentro de un género que no muchas veces habla de actuar con el corazón”, menciona Kike.

En cuanto al proceso creativo y de producción de “Juega Libre”, que fue grabado en Sign Studios, en Monterrey, y producido por Jorge “Pingo” Ávila y Edgar “Willis” Pulido, fue un trabajo en el que se pudieron conocer a fondo y exprimir hasta la última gota de sus habilidades. La idea era crear un disco que fluyera dentro de sí mismo, explorar no solo en sus influencias, sino encontrar el sonido propio de la banda.

Comparando su primera producción Quienes Soñaron Con Volar con la más reciente, se puede encontrar un sonido más maduro y elaborado. Más “amarrado”, pues. Eric comenta que esta evolución se debe a que, en QSCV, se crearon cuatro canciones en cuatro momentos muy diferentes de la formación de la banda; y que Padilla llegó cuando prácticamente se estaban grabando las canciones. A diferencia de Juega Libre, donde ya se encontraban cinco individuos cohesivos.

Entre las satisfacciones que se pueden encontrar al tener una banda, el quinteto regiomontano menciona que algunas de las cosas más satisfactorias son que la gente sienta su música, que la entienda y la haga suya, que canten con ellos en el escenario, que se olviden de sus problemas durante los 20 o 30 minutos que dure su presentación; el ver que lo que creas y transmites es relevante para alguien, ver a desconocidos con la playera de tu banda. Todo eso se junta y te motiva para seguir creando y compartiendo música.

Pero, así como hay satisfacciones, también existen las situaciones que complican el tener una banda. Para Kike, lo  más complicado es el tener un balance entre una vida “normal” con tener una banda, llega un punto en el que algo vas a tener que sacrificar, ya que existe un línea en la que deja de ser un hobby para volverse algo más serio y en forma. Cree que están entrando justo a esa etapa, pero no importa qué venga, tocar tiene que seguir siendo tan divertido como la primera vez.

Para culminar, tuve que hacer la pregunta clásica y tal vez odiada ¿Qué viene para el Quinto Atlas este 2019? A lo que contestaron algo simple, realista y que la mayoría de las bandas buscan, o deberían de buscar: TOUREAR. Llevar su música a lugares que no conocen, que cada vez más gente conozca el nombre de la banda y se identifiquen con su música y letras.

Te invito a que escuches a esta banda y si te gustan, los compartas. Créeme que eso les ayuda mucho para llegar a más oídos y lograr que la gente se dé cuenta que en Monterrey, pero sobre todo, en México, hay muchísimo talento que merece ser escuchado y apoyado.

Facebook de Quinto Atlas: https://www.facebook.com/quintoatlas/

Instagram Quinto Atlas: @elquintoatlas

Spotify Quinto Atlas: https://open.spotify.com/artist/3i40bPh3slw5Pavtf6hUPf?si=yvvIZk8SRZCg5RVckbCI5A

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