investigación deuda, influencias y gastos sobre secretaría de inversión público productiva de Miguel RiquelmePortada Reportaje
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Los abusos policíacos en Coahuila no cesan. Las detenciones arbitrarias documentadas ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado no permiten que se olvide el tema.

Los abusos policíacos

La Policía Civil de Coahuila es una institución de de proximidad cuyo principal objetivo es prevenir el delito y dar asistencia a la ciudadanía, sin embargo, en Torreón y en el resto de la entidad también se atribuyen facultades para detener a automovilistas por infringir una norma vial o simplemente porque les pudieran parecer sospechosos.

La falta de confianza que la ciudanía tiene hacia las policías se ve reflejada en la Encuesta Nacional de Víctimas del INEGI, en donde no salen bien evaluadas en ninguna entidad federativa.

«Es importante el tema de la estética del policía, cómo lo vemos nosotros, lo que representa como símbolo, una institución encargada de brindarnos seguridad. Esa estética de personas vestidas de negro no generan confianza en las personas para pedir ayuda. Seguimos confiando muy poco en ellos y el acercamiento que tenemos va encaminado a una situación de resistencia»; comentó Fernando Araujo, sociólogo y doctor en criminología.

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Es así que en Coahuila la estética de los policías estatales no inspira confianza. Los atuendos negros, las camionetas del mismo color y los rostros cubiertos con pasamontañas no permiten que la ciudadanía sienta confianza y se acerque para pedir ayuda.

Con la policía Civil de Coahuila no se terminaron los abusos policíacos

Fuerza Coahuila era una de las instituciones más polémicas en el estado. Los constantes abusos de autoridad y la imagen de sus integrantes no inspiraba confianza entre los coahuilenses. Fue así que el actual mandatario, Miguel Riquelme, decidió eliminar el nombre y cambiarlo por Policía Civil de Coahuila, una institución que, en teoría, vendría a reivindicar su imagen con la ciudadanía.

Los abusos policíacos no cesan en Coahuila porque se ven reflejados en los estudios del INEGI, en las quejas ante las comisiones de los derechos humanos, salen a relucir en las pláticas de sobremesa y se detallan algunos procedimientos irregulares desde las entrañas de las mismas instituciones.

En estos tiempos que se debate la permanencia del Ejército en las calles hasta el 2024, debería contemplarse la posibilidad de evaluar integralmente a las policías y determinar si éstas están cumpliendo con las tareas que están obligados a realizar.

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