Este 4 de enero se conmemora el Día del Periodista en México. No hay mucho qué festejar, en México es uno de los oficios más peligrosos y peor pagados de todos. La seguridad en torno a una cobertura es limitada. Las y los reporteros están sujetados al escrutinio público. Sus notas, sus reportajes, sus historias son parte de una exigencia que muy pocos pagan y valoran.
No se trata de victimizar a las y los periodistas. Al final de cuentas, quienes tomamos la decisión de dedicarnos a esto, sabíamos, de antemano, que en México y más en provincia, las condiciones de trabajo son precarias. Para nadie es una novedad que los sueldos, al menos en La Laguna, no superan, en su mayoría, los 10 mil pesos mensuales, no hay horarios, faltan garantías, existen amenazas, bloqueos, levantones y hasta asesinatos.
Para nadie es una novedad que los dueños de los grandes medios de comunicación utilizan las plataformas como vehículos para impulsar otro tipo de negocios, tales como la publicidad oficial, constructoras, hoteles, restaurantes, casinos, bancos, entre otros.
En México los medios de comunicación tienen un papel muy importante como motor para impulsar a nuestra incipiente democracia, pero los magnates y dueños del conglomerado de empresas no entienden que el valor de las y los reporteros radica en que ellos producen la información con la que lucran todos los días.
Día del periodista; sangre derramada
En México, desde el año 2000, alrededor de 145 periodistas han sido asesinado por motivo de su trabajo. Las plumas, las grabadoras, los micrófonos y las cámaras fueron silenciadas a base de violencia, con un golpe de tajo. Además, la mayoría de estos crímenes no han sido judicializados. Más del 99% de ellos continúan impunes. Nadie se hace cargo de esa gran deuda social.
En Coahuila recordamos casos como el asesinato de Eliseo Barrón, reportero policiaco del periódico Express, o el secuestro de varios colegas y empleados de empresas como El Siglo de Torreón o Multimedios. También recordamos las amenazas e intimidaciones a las que, en un tiempo, integrantes del equipo de Red es Poder también fuimos expuestos. Al final, ni el gremio, ni el gobierno, ni activistas locales hicieron algo por remediarlo, por poner un alto.
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Asesinatos de periodistas reconocidos como Miroslava Breach, Javier Valdez o Jorge Armenta también continúan impunes. Por el caso de Miroslava, quizás el más visible, tiene tras las rejas a los asesinos materiales, pero las indagatorias aún no han concluido. Sobre los homicidios de Valdez y Armenta aún no hay avances.
La estigmatización en el día del periodista
Vivimos tiempos convulsos. La polarización ha generado un incandescente ambiente en contra de las y los periodistas. Si publican algo a favor del presidente, son corruptos y vendidos; si lo hacen en contra, seguramente estaban vendidos con el actual régimen. Nada ni nadie valida el trabajo profesional y objetivo de muchos colegas talentosos y honestos que aprecian el valor de investigar, contar historias e informar.
Lo que muchos colegas hicieron al vender su línea editorial, engañando a sus lectores y satisfaciendo intereses personales, puso en duda el trabajo de cientos de reporteros y reporteras que trabajan tras bambalinas, sin reflectores, sin seguridad, sin dinero y sin certeza de que van a terminar vivos el año.
La estigmatización promovida desde el gobierno no ayuda a calmar el clima violento que vivimos quienes ejercemos este oficio.
Día del periodista: el oficio que debería ser profesión
De acuerdo con la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, el trabajo de reportero, camarógrafo y fotógrafo sigue considerado como un oficio. Este fenómeno, quitando de la balanza el tono romántico de que cualquiera puede ser reportero si cumple con ciertas virtudes, genera que el trabajo sea mal pagado y que los tabuladores sean más que mediocres.
Un reportero de prensa gráfica, de acuerdo con la Comisión, debería ganar, al menos, 387 pesos diarios, es decir, cerca de 11 mil 764 pesos mensuales antes de impuestos. Lamentablemente, los tabuladores en ciudades como Torreón son inferiores a este indicador. Un reportero de cualquier medio cotiza, en el IMSS, menos de 10 mil pesos cada mes.
¿Quién vela por los derechos de las y los periodistas? ¿Quién valora el trabajo periodístico y paga por él?
Desde Red es Poder entendemos que el periodismo independiente es un camino difícil, que no existe una fórmula para obtener vías de financiamiento, sin embargo, hemos emprendido una serie de proyectos que, estamos ciertos, darán frutos en el transcurso del año. De esta manera, garantizaremos nuestro trabajo como periodistas, podremos dar trabajo a futuros colaboradores y colaboradoras y continuaremos ejerciendo con libertad, sin que intereses comerciales, políticos o empresariales se entrometan.
En este Día del Periodista no hay nada qué festejar, pero sí es importante aplaudir y reconocer a todos los colegas que se despiertan temprano todos los días, que no tienen vacaciones, que se arriesgan, que confrontan, que visibilizan, que le dan espacio a las víctimas y que buscan, desde su trinchera, construir un mejor lugar para vivir y desarrollarse.