El primer informe de gobierno de Román Cepeda, pese a lo que él pueda presumir, no mostrará resultados extraordinarios ni que se salgan del molde con el que administran los funcionarios en La Laguna.
Aunque la administración municipal cumple un año hasta el próximo primero de enero, Román Cepeda y su equipo optaron por presentar su informe este lunes ante el Cabildo de Torreón y posteriormente en el Teatro Nazas ante funcionarios, empresarios, miembros de la sociedad civil e invitados especiales.
El acto funge como un entretelón para instalar un besamanos, rendir aplausos huecos y hacer eco en acciones que tienen relación con temas de mantenimiento y conservación, no con proyectos integrales que lleven a otro nivel al municipio.
El gobierno de Román Cepeda
El gobierno de Román Cepeda se enfocó, en su primer año, a perforar pozos de agua para dotar del servicio a colonias que estaban sufriendo muchos problemas. Esta medida, aunque paliativa y costosa, gustó en algunos sectores del municipio. Para el final del año, Cepeda prometió la perforación de 8 pozos, sin embargo, todavía no están todos terminados. Cada una de estas obras tienen un costo superior a los 14 millones de pesos.
Por otro lado, esta administración se dedicó a tapar algunos baches, contratar a más personas para barrer las calles y no más.
En Torreón, más allá de la construcción del paso a desnivel en el bulevar Independencia, que es obra estatal, no hay proyectos de infraestructura importantes, no han llegado empresas que garanticen el pago de salarios interesantes, no han bajado los índices de inseguridad, particularmente en delitos como narcomenudeo, robo y feminicidio y no han habido cambios estructurales en la operación de los órganos de gobierno.
El gobierno de Román Cepeda; más fotos que resultados
Tal como sucedió con Jorge Zermeño y con el propio Miguel Riquelme, las administraciones municipales en Torreón se han convertido en un nido de fotografías, videos y publicaciones en redes sociales de eventos y actos que no tienen ninguna relevancia.
Al no haber planes concretos para el desarrollo de la ciudad, las autoridades llenan sus agendas con banderazos de bacheos, pozos de agua, pintura, remodelación de plazas y cosas mínimas, para aparentar que las cosas se están haciendo diferentes.
En principio de cuentas, ni las personas que manejan las redes del alcalde y del Ayuntamiento son lo suficientemente creativas para comunicar de otra manera, ni el alcalde y su equipo han tenido la habilidad para verdaderamente generar resultados que no requieran de mucha producción para darse a conocer.
Mientras el alcalde hoy será objeto de muchos aplausos, estrechones de mano, abrazos y felicitaciones, Torreón sigue siendo una ciudad cuya economía está anclada en el sector terciario, es decir, el que menos paga, sigue siendo un territorio peligroso para las mujeres, de brechas y desigualdades. Torreón también sigue siendo un lugar cómodo para la rapiña y el robo y continúa caminando hacia la precarización salarial, por un lado y hacia la gentrificación, por el otro.
Torreón siempre puede pero, en este primer año de gobierno, lo único que ha hecho es resistir ante la inoperancia del gobierno de Román Cepeda.