28 de Enero 2019, México.
Ahora que la mitad maestra mitad actriz, Yalitza Aparicio Martínez, se ha vuelto reconocida por su actuación en Roma, las opiniones sobre la calidad de su éxito se han desatado. Una de ellas, la del Maestro Ricardo Trujillo Correa, catedrático unamita en la Facultad de Psicología expresó que la intención de Hollywood con Yalitza es meramente por su origen indígena.
Roma es la obra nominada al Oscar para las premiaciones que da la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas en Los Ángeles, California en Estados Unidos, y Yalitza Aparicio es la actriz que hace de Cleo, o Cleodegaria Gutiérrez; personaje protagonista de orígen indígena que trabaja para una familia mexicana en la colonia Roma, en la capital de México, el entonces Distrito Federal en épocas setenteras.
Cleo hace trabajo doméstico junto a su hermana, ambas de origen mixteco, para la familia de Sofía, interpretada por Marina de Tavira.
Roma toma, en términos amplios, un tema controversial con una realidad que para muchos, como el mismo Cuarón, se presentó en épocas donde la inclusión social y la responsabilidad social respecto a la equidad de derechos humanos todavía no tenía un auge importante.
Y, ahora, la producción de Roma innova a la farándula en términos de temática y narración fílmica con una obra cinematográfica que hace referencia al estilo de vida que trabajadoras sociales de origen indígena vivieron en los alrededores de 1970.
Siendo Roma una película producida por la relativamente novedosa plataforma de streaming de entretenimiento audiovisual, Netflix, la producción tuvo un gran éxito mediático, tomando presencia importante en los trendings de redes sociales y en las portadas de algunos medios comunicativos impresos y digitales.
Tanto la producción cinematográfica de Roma como su terremoto publicitario, dieron a intelectuales y expertos en películas para hacer sus análisis correspondientes, tanto del tema nuclear: las trabajadores sociales de origen indígena, como del entorno y del fenómeno mediático estelarizado por su director, Alfonso Cuarón y la actriz, Yalitza Aparicio.
Una de esas opiniones viene de una voz académica de la Universidad Nacional Autónoma de México, Ricardo Trujillo Correa, maestro psicólogo y catedrático de la Facultad de Psicología.
«Yalitza se vuelve una forma más de simulacro, se vuelve algo que pareciera ser icónico de lo indígena, pero termina siendo una atracción más en este juego”, instruyó el catedrático Trujillo Correa. «Hollywood tiene que lavarse la cara, mostrarse como incluyente y celebrar cualquier tipo de minoría, generalmente las que no presentan una amenaza».
Museificación de la diversidad, llama Ricardo Trujillo Correa a lo que está sucediendo con Yalitzia y Cleo, su personaje. Esto es, dice el catedrático, dar un aparente valor y protección a la diversidad. Aparente por que en vez de ello, lastima la esencia y la naturaleza del grupo social que busca resaltar.
“En México podemos hablar de los aztecas ahora que ya hemos matado su cultura. Esto es una pieza más de la museificación de la diversidad cuando en realidad seguimos siendo los mismos”, ejemplificó Ricardo.
Tenemos información aquí de Página 3 y Soy Carmín.