Las iglesias de Torreón se unirán al toque de campanas para conmemorar el primer aniversario del asesinato de dos sacerdotes jesuitas en Cerocahui, comunidad ubicada en la Sierra Tarahumara de Chihuahua.
A partir de las 3 de la tarde, todas las iglesias católicas del país están convocadas a tocar sus campanas por un minuto para recordar a Javier Campos «el gallo» y Joaquín César Mora «el morita», asesinados el 20 de junio de 2022 por José Noriel Portillo, mejor conocido como «el chueco».
Iglesias de Torreón se unirán al toque de campanas
La compañía de Jesús en México convocó a todas las iglesias del país a que toquen sus campanas por un minuto como símbolo de protesta por la violencia.
Dentro de las actividades previstas para la Compañía en la Sierra Tarahumara, están el retoque de campanas a las tres de la tarde, eucaristía en la Parroquia San Francisco Javier en Cerocahui, Chihuahua. A las seis de la tarde misa en la Parroquia de la Sagrada Familia en la Ciudad de México y misa en el templo del Sagrado Corazón de Jesús en Chihuahua, en la que también habrá una procesión en silencio con veladoras hacia la cruz de clavos.
Las iglesias de Torreón se unirán al toque de campanas y, de manera particular, decidirán si realizan misas especiales en honor a los sacerdotes asesinados.
Iglesias de Torreón pedirán por Javier y Joaquín
Joaquín Mora, uno de los sacerdotes asesinados, nació el 28 de agosto de 1941 en Monterrey, Nuevo León y se unió a la Compañía de Jesús en julio de 1958. En 1971 fue ordenado sacerdote y para 1976 comenzó a emprender sus primeras misiones en la Sierra Tarahumara, particularmente en Sisoguichi, dentro del municipio de Bocoyna, en Chihuahua.
Te puede interesar | Asesinan a dos sacerdotes jesuitas en la Sierra Tarahumara
Por otro lado, el padre Javier Campos, nacido el 13 de febrero de 1943 en la Ciudad de México, ingresó a la compañía de Jesús en agosto de 1959 y fue ordenado sacerdote el 8 de junio de 1972. Ese mismo año Mora fue superior local, vicario pastoral y episcopal de la Sierra Tarahumara, en la comunidad de Norogachi. En total, el párroco asesinado dio 51 años de servicio en la zona y finalmente fue asesinado el 20 de junio de 2022.
