Por Fernando de la Vara/ Fotografía El Siglo de Torreón
La Laguna es una región ideal para el tránsito de personas. No así para los migrantes indocumentados. En especial en La Laguna de Coahuila. Pareciera que los migrantes sufren un asedio por parte de las autoridades y de instituciones.
Como es el caso en días recientes de la detención por parte de militares del alrededor de 20 migrantes, en Allende, Coahuila. O del corte arbitrario del suministro eléctrico de CFE al Centro de día para Migrantes Jesús Torres , ubicado al sur de Torreón, Coahuila.
El viaje de los migrantes a bordo de La Bestia, desde Arriaga, Chiapas, hasta los patios de Ferromex, ubicados en la colonia Vicente Guerrero, en Torreón, duraba alrededor de 40 días, antes de la pandemia. Durante la pandemia el viaje se llegó a prolongar hasta 15 días más, es decir, casi 2 meses de viaje.
La Laguna no es el destino que los migrantes buscan al iniciar su viaje. Buscan llegar a ciudades de la frontera, tales como Acuña o Piedras Negras, Coahuila, o a ciudades en donde pueden encontrar trabajo temporal, como Monterrey, Nuevo León.
En La Laguna no existen albergues o estancias que permitan el hospedaje para migrantes indocumentados. Si bien el Centro de día para Migrantes Jesús Torres brinda alimento y asilo durante el día, en sus posibilidades no se encuentra el alojamiento. En Gómez Palacio y Lerdo, Durango, no existe ninguna instancia que brinde este tipo de apoyo a migrantes.
En semanas pasadas el flujo de migrantes se incrementó en casi todo el norte del país, la mayoría de ellos provenientes de Haití. Esto debido a las condiciones violentas la inestabilidad política que el país ha sufrido recientemente.
A pesar de que el flujo de personas en Torreón no fue tan abundante como en el resto del país, las restricciones en La Laguna para los migrantes incrementaron, como el hecho de que en la central de autobuses de Torreón se les negó la venta de boletos a personas con las características de un migrante o que no acreditaran su estancia legal en el país.
La situación es desfavorable en la región. A finales del año y con la amortización de la pandemia, se espera que el flujo de migrantes incremente. Por lo que la falta de implementación de políticas públicas que busquen la dignidad del tránsito de personas, un tema que se ha tratado poco a nivel nacional y que es casi nulo en la agenda de la política local, vulnera aún más el tránsito de personas indocumentadas en La Laguna.