Los malos gobiernos en Torreón y Coahuila cumplen con los mismos patrones. La manera de administrar es similar. Se pone más empeño a la foto y al boletín que a los resultados de las acciones de gobierno.

Los malos gobiernos en Torreón

Decir «malos gobiernos» puede ser osado y hasta temerario, pero la realidad es que la frivolidad es el elemento que une algunas de las administraciones municipales de La Laguna.

Los planes de gobierno no tienen rumbo ni ruta. Lo que vemos durante la gestión de un alcalde como Román Cepeda o un gobernador como Miguel Riquelme es que acuden a actos públicos, dan banderazo a proyectos de mantenimiento, reciben aplausos para levantarse el ego, se toman fotografías, graban algunas historias para Instagram y se van a sus casas.

Los malos gobiernos en Torreón se replican en Coahuila

Lo que pasa en la ciudad de Torreón es lo mismo que sucede con el gobierno de Coahuila, ¿para qué hacer un acto público para dar banderazo a un proyecto de recarpeteo? ¿Qué trascendencia pueden tener este tipo de obras que no son torales ni transversales, sino más bien de mero mantenimiento?

¿Por qué etiquetar como malos gobiernos? Porque todo el diseño de la estructura gubernamental está hecho para comunicar acciones, por más básicas que sean, en lugar de atender las causas de los problemas que aquejan a los ciudadanos.

En Coahuila y Torreón los patrones simplemente no se destruyen. Este tipo de dinámicas existen, al menos, desde el moreirato. Desde que el dinero ya no fluyó como antes, todas las obras de gobierno tienen relación con entrega de huevo o pintura, bacheos, limpieza, entrega de escrituras. La inercia es hacer exactamente lo mismo que los demás. Construir muchos boletines al día para que la gente crea que se está trabajando mucho, aunque en realidad nada sea relevante.

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Más allá de los partidos y de las filias políticas de los funcionarios públicos, mientras en México y en La Laguna sigamos teniendo gobiernos que trabajan para comunicar, los resultados simplemente no van a llegar.

Miguel Riquelme está por terminar su gobierno y, en Coahuila, es como si no hubiera pasado el tiempo. Todo sigue igual, no hizo nada nuevo ni relevante.

En Torreón, por su parte, está por terminar el primer año de gobierno de Román Cepeda y, lo mismo, hemos visto más fotos, videos y entrevistas que resultados y proyectos trascendentales para el desarrollo del municipio.