El 16 de noviembre de 2016 el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, dio el banderazo de inicio para el proyecto Metrobús Laguna. Con una inversión de ml 500 millones de pesos, se construyó un proyecto con recursos federales, estatales y municipales para modernizar el transporte público y conectar a algunas ciudades de la zona metropolitana.
Cuando inició el proyecto, las autoridades prometieron que en noviembre de 2017, es decir, un año después, ya iba a estar operando. Desde ese momento y hasta la fecha, el Metrobús Laguna se ha caracterizado por los retrasos y la incertidumbre.
Apenas hace unos días el gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, aseguró que el Metrobús va sí o sí, agregó que la infraestructura, particularmente el carril confinado y las pequeñas estaciones, ya estaban listas y que únicamente falta terminar de definir el modelo de negocio para comprar las unidades, terminar las dos estaciones y dar marcha a la obra.
Las declaraciones del mandatario estatal surgieron a partir de la pregunta de una reportera, no para dar un informe específico sobre el proyecto.
De acuerdo con Luis Alberto López, periodista de investigación que realizó un minucioso texto sobre la historia del Metrobús, el proyecto ha sido objeto de decenas de observaciones por parte de la Auditoría Superior del Estado de Coahuila y que tienen relación con la calidad de la obra y con gastos que no han sido comprobados.
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Por otra parte, con la remodelación del bulevar Revolución y el cierre de cruces peatonales, colonias como la ferrocarrilera o la privada 5 de mayo, en otro sector de la ciudad, continúan sufriendo por la planeación de la obra.
Vecinos de la privada 5 de mayo, ubicada en los límites de Torreón con Gómez Palacio, refieren que, a partir de la construcción de la Estación Nazas, algunas casas se han deteriorado, cerraron el paso normal de la calle, dejó de pasar la basura, se quedaron sin alumbrado público y han aumentado los robos.
En la colonia Ferrocarrilera, habitantes indican que, desde que se construyó la infraestructura, muchos adultos mayores ya no pueden cruzar las calles con seguridad ni acceder directamente a sus viviendas por el cierre de los cruces.
El Metrobús Laguna ya no tiene fecha estimada para iniciar operaciones. A los concesionarios, responsables de adquirir los camiones, no les han planteado, de manera directa, cómo será el modelo de negocios. Mientras tanto, la infraestructura ya construida está abandonada y comienza a deteriorarse.