Portada Reportajeinvestigación deuda, influencias y gastos sobre secretaría de inversión público productiva de Miguel Riquelme
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Tramitar las placas en Torreón es una pesadilla. La logística diseñada por las autoridades genera filas kilométricas, corrupción y hostilidad entre ciudadanos y funcionarios.

Las autoridades estatales instan a las y los ciudadanos a que hagan los trámites vehiculares a través del sistema Paga Fácil, sin embargo, éste tiene carencias que provoca que las personas intenten resolver sus pendientes de manera presencial.

Para dar de alta un vehículo, por ejemplo, no puedes hacer el trámite de manera virtual. La autoridad te solicita que vayas a las oficinas de recaudación y rentas para recoger tus placas y presentar los papeles correspondientes. Para evitar largas filas, el sistema te permite hacer una cita, sin embargo, es tanta la demanda, que ya no hay espacios en enero y febrero ni siquiera lo han habilitado.

La fila de personas era casi interminable. Había ciudadanos formados desde antes de que abrieran las oficinas. Un trámite que toma entre 5 y 10 minutos se dilata entre tres y cinco horas.

Largas filas para las placas

Las autoridades no son amables con la ciudadanía. Las personas formadas están buscando cumplir con una obligación que, con ayuda del Congreso Local, el Gobierno del Estado adelantó un año.

La renovación de láminas en Coahuila correspondía para 2023, sin embargo, con el pretexto de fortalecer la seguridad entre Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, se gestionó ante el Congreso la posibilidad de que se plaqueara desde este año.

Por este motivo y para aprovechar los descuentos de enero, la gente se volcó a las oficinas de Recaudación. La logística no ayudó a que las filas caminaran rápido. La molestia entre los ciudadanos comenzó a crecer porque había secciones que tenían sin avanzar más de 40 minutos.

Las burócratas que trabajan ordenando a la gente y dejando pasar a las personas a las oficinas son hostiles. Tratas a las personas como si tuvieran algún tipo de deficiencia intelectual. Los regañan si se les olvidó un papel, los amenazan con que van a perder su lugar si no completan todos los requisitos.

La desinformación y la mala organización provocan que las personas tengan muchas dudas y que las autoridades responsables de atender directamente al ciudadano contesten con desdén y con aires de grandeza.

Las placas a título personal

A título personal, la fila para gestionar las placas nos tomó alrededor de cuatro horas. El trámite, ya en la casilla, no superó los 10 minutos. Algo que se pudiera hacer totalmente en línea la autoridad te orilla a que vayas, te asolees, te aglomeres con personas desconocidas en plena pandemia  y te traten con hostilidad.

Las pocas fotografías que tomé tuvieron que ser a escondidas. Un empleado de la oficina me indicó que estaba prohibido capturar imágenes. Después, otra señora me dijo que no me sentara en una banqueta ubicada en una esquina, sobre una rampa. Después otra señora nos dijo que si teníamos alguna queja, que fuéramos a Saltillo. Tramitar las placas en Torreón es una verdadera pesadilla.

Entiendo por qué el Gobierno de Coahuila adelantó la renovación de placas. No tienen dinero. El servicio de la deuda se está comiendo a las finanzas públicas. Para este 2022, sólo el 6% del presupuesto será destinado para inversión pública. El resto del dinero se gastará en cosas operativas que no le ayudan en nada a la ciudadanía.

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La decisión de adelantar el plaqueo fue una cachetada por parte de las autoridades a la ciudadanía. Ante la falta de creatividad para resolver problemas financieros, el gobierno encabezado por Miguel Riquelme decidió tomar recursos de los bolsillos de la ciudadanía. Ni la crisis económica, ni la pandemia fueron motivo suficiente para que el gobernador sintiera algo de empatía. Lo que urge en Coahuila es dinero y las autoridades lo conseguirán cueste lo que cueste.

Breve conclusión sobre las placas en Torreón

Entiendo que los ciudadanos tengan que cumplir con sus obligaciones fiscales. Con el pago de todos los impuestos federales, estatales y municipales, pero sólo en Coahuila se altera la ley, al antojo del Ejecutivo, para que se cobren cuando a él le resulte conveniente.

La ciudadanía respondió. Fue y se formó con o sin cita en recaudación para pagar sus placas o dar de alta un vehículo, pagar refrendos o tramitar su licencia de conducir.

Mientras las finanzas estatales continúen comprometidas. Las autoridades seguirán exprimiendo el bolsillo de los ciudadanos.

Hoy fueron las placas, mañana podrían ser impuestos nuevos que, de igual manera, no resolverán los problemas financieros que tienen sometidas a las finanzas públicas de Coahuila.

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