El plan b de la reforma electoral es la nueva manzana de la discordia entre el gobierno actual y sus opositores. El INE es el mártir a defender. López Obrador es el tirano que quiere instaurar una «dictadura». En los municipios se distrae la atención. Ya no se hablan de las carencias de los municipios, sino de la falaz creencia de que el INE va a desaparecer.
La protesta para dar marcha atrás al plan b de la reforma electoral
Poco después de las 10:30 de la mañana la Plaza Mayor de la ciudad de Torreón se empezó a colorear de rosa. Para las 11 poco más de 5 mil personas ya habían poblado el plantón. Al frente, un escenario para compartir discursos en torno a la defensa al INE y en contra del gobierno encabezado por López Obrador.
A diferencia de otro tipo de manifestaciones, en donde se tocan temas como los feminicidios o la desaparición forzada, en ésta no hubo presencia policiaca ni vigilancia por parte de autoridades viales. Para la administración municipal fue un acto cómodo, conveniente para sus intereses políticos y para el proyecto electoral que llegará a su clímax el próximo 4 de junio con la renovación de la gubernatura de Coahuila.
Con los mensajes «El INE no se toca», «No plan b de reforma» o «No al aspirante tirano, ¡fuera López!, miles de laguneros y laguneras manifestaron su descontento hacia el actual gobierno y, para ser más precisos, hacia la figura presidencial.
El himno nacional mexicano se cantó, al menos, en dos ocasiones. En el lugar hicieron presencia figuras locales del Partido Acción Nacional como Jorge Zermeño, Guillermo Anaya Llamas, Marcelo Torres Cofiño y Gerardo Aguado, actual secretario general del partido en Coahuila. Asimismo, ciudadanos y ciudadanas de a pie, empresarios e integrantes de la sociedad civil organizada, encabezaron el movimiento para condenar la reforma que ya fue aprobada por la Cámara de Diputados y por el Senado de la República.
Los manifestantes enviarán un recurso jurídico denominado «Amicus Curiae», o «Amigos de la Corte», para que los Ministros atiendan sus peticiones y lleven a cabo acciones de inconstitucionalidad en contra de la reforma.
¿Qué propone el plan b de la reforma electoral?
El plan b de la reforma electoral es una alternativa que tomó el gobierno del presidente López Obrador para modificar leyes secundarias que norman y rigen al Instituto Nacional Electoral.
La iniciativa, que ya fue aprobada por el Senado, obliga al Instituto a eliminar cerca de 300 juntas distritales, además, también propone la reducción de la estructura de las 32 juntas locales que hay en México, despidiendo a 262 personas.
Además, se disminuyen los recursos para capacitar a los funcionarios de casilla, situación que implica un recorte del 84% del Servicio Profesional Electoral Nacional, es decir, se eliminarían alrededor de 1,500 puestos de trabajo.
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Se reduce de sobremanera el presupuesto para propaganda gubernamental, pero se deja abierta la posibilidad de que el dinero que no sea etiquetado, se utilice para dicho fin sin importar que se estén llevando a cabo campañas políticas. Esto, por consecuencia, podría limitar al árbitro electoral a sancionar a funcionarios públicos que públicamente se expresen a favor de un candidato.
Además, elimina el Programa Preliminar de Resultados Electorales (PREP), para crear un mecanismo que dé los resultados prácticamente al momento, sin utilizar estimaciones estadísticas que, hasta la fecha, se utilizan por el INE y por los institutos locales. Promueve el uso del voto electrónico, permite que mexicanos que residan en el extranjero puedan votar sin usar la credencial de elector como identificación única y garantiza el voto a las personas que están encarceladas.