Las direcciones de protección civil deberían evitar tragedias. Estas dependencias están para revisar instalaciones y obligar a remediar las carencias físicas de una empresa, sin embargo, en La Laguna han demostrado que son más reactivas que preventivas.
Protección Civil pudo evitar muerte de Édgar
Se lee difícil esta especulación, sobre todo para la familia de Édgar Rodríguez, quienes todavía lloran su muerte. Édgar falleció aplastado por más de 6 mil 500 toneladas de granos de maíz. La estructura en donde estaban almacenados se colapsó, no soportó el peso y enterró la vida y los sueños de Édgar.
El accidente sucedió en Alimentos Balanceados Simón Bolívar, una empresa propiedad de Arturo Gilio Rodríguez, reconocido empresario lagunero que no ha dado la cara de manera pública desde que sucedió el accidente que conmocionó a todo el país.
Decimos que Protección Civil pudo haber evitado la muerte de Édgar porque, de haber hecho una revisión de las condiciones de la infraestructura, seguramente se hubieran dado cuenta que había algún problema con los silos de granos que se derrumbaron.
Un reportaje publicado por Milenio Laguna señala que los certificados de seguridad y las validaciones se venden, no se logran. En la región los inspectores y las dependencias solamente le ponen precio a un papel que al final no garantiza absolutamente nada. En esta ocasión, por no cumplir con las normas de seguridad, Édgar perdió la vida.
En protección civil deberían ser severos
Más allá de quien sea el dueño y el tipo de relaciones que pueda llegar a tener, la dirección de Protección Civil municipal, así como su símil estatal y hasta la federal, deberían sancionar de manera severa a la empresa Alimentos Balanceados Simón Bolívar.
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En principio de cuentas, no es la primera vez que un trabajador muere dentro de las instalaciones y, en segunda, tras una semana del accidente, no han explicado por qué colapsaron los silos de granos.
La sociedad lagunera y particularmente la familia de Édgar Rodríguez aún tienen muchas dudas. Édgar no murió por una mala maniobra o por un error humano, Édgar murió porque la empresa no era segura, porque Protección Civil no hizo revisiones y porque la empresa no se preocupó por garantizar la seguridad de sus trabajadores.
Si no queremos que este caso quede como otra marca de la impunidad histórica, urge conocer los resultados del peritaje, saber por qué se desplomaron los silos y que se castigue a quien o quienes hayan sido los responsable que pudieron evitar el trágico final de Édgar Rodríguez y el sufrimiento de sus familiares.