Texto vía El Pensador Amateur.
A pesar de la terca realidad que se empeña en aguarnos la fiesta y en amargarnos el alma, festejo a mi patria, el lugar que me nutrió y en el que mis hijos se desarrollan.
La rígida mitología que nos inculcaron en primaria ha caído por su propio peso. Me entero que Hidalgo por poco y destruye el país en su imprudente coqueteo con la locura, que Morelos, gran guerrillero admirado por Napoleón, distrajo al ejército Virreinal que pudo haber expulsado a los texanos invasores, que la Independencia es fruto del esfuerzo inteligente y conciliador de Iturbide que independizó las cenizas restantes del incendio irresponsable, no heroico, de los primeros próceres.
Viva México ahora que me entero que no fue la Colonia sino el Virreinato y ahí está nuestro origen cultural. Que 300 años no fueron de esclavitud sino de plenitud , nos señalan José Vasconcelos y Octavio Paz, y que al final, en pleno derrumbe del Imperio Español, fue insoportable estar unidos a una España que iniciaba la espiral descendente que produjo su desastroso siglo XIX.
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Gracias a nuestra torpe manera de incendiar nuestra casa – ¡viva el pípila! –iniciamos un declive fatal en lugar de continuar con nuestro reinado del siglo XVIII en el que Nueva España fue la primera potencia económica mundial. Al igual que nuestra hermana España, vivimos un terrible siglo XIX tan solo matizado por los tamaños de la generación de la Reforma, tanto liberales como conservadores, que desembocó en un proyecto de nación cercenado y radicalizado por Juárez, nos dice Ignacio Ramírez, el “Nigromante”.
Viva México a pesar de que los políticos han definido nuestra mentalidad en base a rechazar, a odiar lo que les conviene, en lugar de amalgamar todo lo que nos define y orientarlo hacia el progreso.
Viva México por la sonrisa cálida de su gente, por las paredes que paladean la luz que las envuelve, por el empeño constante de sus trabajadores, por el ingenio y sagacidad de sus profesionistas, por la inquebrantable imaginación de sus jóvenes empresarios, por la honestidad inútil que carga la mayoría y que sobrevive heroicamente ante los embates de los mas vivillos.
Viva México, porque este país todavía tiene familia, amigos, vecinos, que tejen con amor y solidaridad una red que nos protege del infortunio.
Viva México por su comida, por su cielo, por su tierra, por su agua, por su naturaleza, por ese sentimiento que nos provoca cuando estamos lejos y anhelamos regresar.
Viva México, porque ante cada mala noticia, brotan cientos de fuertes y maravillosas noticias que por el simple hecho de ser domésticas, no son noticia.
Viva México porque a pesar de que nos han falseado nuestro nombre y nuestro pasado, nuestro futuro sigue ahí, esperando nuestra decisión.
Viva México, porque eso es lo que somos, México, y todo lo que somos, es digno de festejarse.
Viva México