A pesar de que el Gobierno Federal y la misma Conagua aseguraran que la liberación de 300 cuencas hidrológicas ejecutada por Enrique Peña Nieto no pondría en riesgo el uso del agua, sino al contrario, expertos de la Alianza Mexicana contra el fracking revelaron al portal Animal Político que esto sería falaz, ya que la liberación automáticamente pone a disposición del sector industrial el aprovechamiento y la explotación del vital líquido.
A través de un comunicado, los integrantes de la alianza argumentaron que los decretos de Peña pondrán en riesgo la protección del medio ambiente e incluso podrían poner en entredicho el derecho humano al consumo del agua.
Las 300 cuencas hidrológicas que liberó Peña, representan el 70 por ciento del agua superficial del país, por lo que el debate no estaría tanto en la privatización, sino en el otorgamiento de concesiones para que la industria le saque provecho.