El pasado sábado 27 de abril, la revista Proceso volvió a abrir la caja de Pandora de una historia tan controversial como -casi siempre- parcialmente abordada, al menos por la mayoría de los medios de comunicación: El caso del presunto secuestro y homicidio de Hugo Alberto, hijo de la presidenta de la organización Alto al secuestro, Isabel Miranda de Wallace.
De acuerdo a la versión oficial de la ganadora del Premio Nacional de Derechos Humanos 2010, Hugo Alberto fue secuestrado y asesinado el 11 de julio de 2005 en un departamento de la calle de Perugino, en la Ciudad de México. Sin embargo, desde 2014 investigaciones periodísticas han hablado del uso de tortura (física, psicológica y sexual) para forzar confesiones autoinculpatorias, y esta semana el académico del ITAM, Ricardo Raphael, al retomar el tema profundamente investigado por Guadalupe Lizárraga, ha vuelto a sembrar la duda en muchos mexicanos.
A través de una crónica del periodista Ricardo Raphael y de una nota de Mathieu Tourliere, el semanario volvió a colocar en el debate público la posibilidad de que el caso Wallace se trate en realidad de un caso de fabricación de culpables en el que la propia madre habría participado con funcionarios políticos y judiciales de los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto; muchos de estos funcionarios siguen en activo, de acuerdo a lo publicado por diversos periodistas.
“Este caso podría ser el gran fraude judicial de la historia, podría haber siete personas hoy encerradas por más de 12 años en cárceles de alta seguridad sin haber cometido ninguno de los delitos que se les imputan, porque hubo una señora con mucho poder económico y político que manipuló el aparato de justicia”, comentó el también articulista del diario El Universal, en una entrevista para W Radio.
En la saga escrita por Raphael se narran los orígenes de la familia León Miranda, los abuelos de Isabel Miranda, en Tejupilco de Hidalgo. La narración nos lleva a una Isabel Miranda, quien en su juventud se casó y tuvo un hijo (Hugo Alberto) con Carlos León Miranda, su primo hermano. Este dato sería jurídicamente irrelevante de no ser porque pone en la palestra dos puntos importantes: El primero, la tendencia a mentir o al menos, a ocultar información por parte de la protagonista de este enredo, ya que a lo largo de estos catorce años la señora Wallace ha presentado a José Enrique del Socorro Wallace Díaz como el único cónyuge que ha tenido y como el padre biológico de su primogénito. Incluso lo sostuvo en la entrevista que le realizó Ricardo Raphael en Canal Once, en diciembre pasado. El segundo punto, y el más importante, es que de confirmarse la paternidad de Carlos León Miranda, la versión oficial del caso Wallace se desploma, ya que de acuerdo a lo investigado previamente por Anabel Hernández y Guadalupe Lizárraga y ahora retomado por Ricardo Raphael, la única prueba científica que sostiene el caso es una gota de sangre compatible con José Enrique del Socorro Wallace Díaz y cuyo cromosoma inicialmente fue identificado como perteneciente a una mujer pero después la perito cambió el resultado argumentando “un error de dedo”.
Estos detalles nodales del caso Wallace no serían los primeros que ponen en duda la reputación, credibilidad e imagen que ha construido la dueña de los anuncios espectaculares Showcase Publicidad.
En 2014, tanto la periodista Anabel Hernández en Proceso como Guadalupe Lizárraga en su portal informativo Los Ángeles Press, publicaron investigaciones sobre la presunta fabricación del caso; investigaciones por las que ambas periodistas han sido amenazadas.
En el caso de Lizárraga ha sufrido dos intentos de secuestro, e intimidaciones verbales y cibernéticas por parte de la diputada federal de Morena, María de los Ángeles Huerta del Río. En una carta dirigida a la Cámara de Diputados, la organización defensora de la libertad de expresión, Artículo 19, se pronunció contra el acoso de la diputada en diciembre pasado. Ante la falta de respuesta y ataques difamatorios de cuentas bot que Lizárraga atribuye a Wallace y a Huerta del Río, el pasado 10 de abril la periodista envió una carta de denuncia a Héctor Díaz Polanco, presidente de la Comisión de Honor y Justicia de Morena.
A estas acusaciones se suman las de la senadora de Morena, Nestora Salgado García, quien durante el foro Derechos de las personas privadas de la libertad, señaló el lunes 29 de abril a Isabel Miranda de haber ordenado que la torturaran psicológicamente cuando estuvo en prisión. En este mismo foro estuvieron presentes la periodista Guadalupe Lizárraga, el activista canadiense David Bertet; el secretario general del Sindicato Nacional de Redactores de Prensa, Fernando Olivas, y el padre de Hugo Alberto, Carlos León Miranda.
En redes sociales, Héctor Alejandro Quintanar (@hectoralexx) denunció, en un hilo de Twitter, un caso de abuso de poder que sufrió por la señora Wallace. De acuerdo a Quintanar y al periodista Julio Hernández López “Astillero” en una columna de 2012 titulada Wallace al mando, en enero de 2010 un comando de 30 policías irrumpió en el domicilio de Quintanar, causando destrozos y encañonando a la familia. El operativo estaba encabezado no por una autoridad, sino por Isabel Miranda de Wallace. A pesar de que se interpuso una denuncia en la CNDH, ésta la desechó.
Aunque el escándalo estalló fuertemente en los medios de comunicación y en las redes sociales a lo largo de esta semana que concluye, la periodista Guadalupe Lizárraga ha comentado en redes sociales que ella ya había revelado el nombre del verdadero padre de Hugo Alberto en su libro El falso caso Wallace (Casa Fuerte, 2018) publicado en agosto pasado. Asimismo la autora ha dado a conocer la existencia de tres actas de nacimiento, tres CURP y tres registros ante el SAT de Hugo Alberto, así como dos actas de nacimiento de Isabel Miranda de Wallace.
Previamente a la penúltima publicación de Proceso, la periodista independiente dio a conocer las dos primeras partes de una entrevista con Carlos León Miranda, quien tanto en la entrevista con Lizárraga como en el foro en el Senado, relató que su ex esposa entraba y daba órdenes en la SIEDO “como si estuviera en su casa”, que le impidió firmar, que ante las autoridades lo presentó como José Enrique Wallace y que no había hablado por miedo a represalias.
Carlos León Miranda ya rindió declaración ante la Fiscalía General de la República (FGR) en días pasados.
En respuesta, Isabel Miranda de Wallace lanzó varios mensajes en Twitter clamando la injerencia del presidente Andrés Manuel López Obrador y solicitando comprensión de los mexicanos ante lo que llamó “difamaciones sin sustento” e “historias” para “llamar la atención”.
Presidente @lopezobrador_ usted es un hombre religioso NO permita injusticias y como usted dice que el Demonio meta las manos , le pido su intervención ante este ataque injusto.
Estos tuits contrastan con las declaraciones que la dueña del colegio City College ha ofrecido en las últimas semanas.
Luego de que la fundadora de Los Ángeles Press denunció públicamente a Isabel Miranda de Wallace en la conferencia mañanera del viernes 29 de marzo, la ex candidata del PAN a jefa de gobierno en el Distrito Federal (hoy Ciudad de México) exigió una audiencia privada y urgente con el presidente. Días después, el mandatario comentó que no la recibiría “porque se vería obligado a recibir a la otra parte” y el asunto está muy “polarizado” pero que la canalizaría con la secretaría de Gobernación, Olga Sánchez Cordero. Tras no haber respuesta en Gobernación, Miranda de Wallace aseguró que AMLO se dedicaba a proteger secuestradores.
En contraste con el gobierno federal, el 11 de abril los senadores priistas Miguel Ángel Osorio Chong, Claudia Ruiz Massieu, Eruviel Ávila Villegas, Nuvia Mayorga, Vanessa Rubio; los perredistas Miguel Ángel Mancera Espinosa, Juan Manuel Fócil Pérez y los panistas Mauricio Kuri González y María Guadalupe Murguía Gutiérrez, presentaron al senador Martí Batres, presidente de la Mesa Directiva del Senado, un punto de acuerdo para solicitar que no se revictimice a Isabel Miranda de Wallace.
Tras la publicación de Ricardo Raphael, la Fundación Find, los comunicadores Ricardo Alemán y Pedro Ferriz Híjar, el periodista Sergio Sarmiento, el exsenador panista Javier Lozano y el expresidente Felipe Calderón Hinojosa, salieron en su defensa y le ofrecieron apoyo. A través de redes sociales, el exmandatario estuvo cuestionando el texto de Ricardo Raphael:
Mi solidaridad con @WallaceIsabel. Veo saña contra ella. “Periodismo” relatando temas y asuntos irrelevantes (“la hija del arriero”, el “matrimonio secreto con el primo”) frente a la tragedia de un hijo secuestrado y asesinado. Qué mezquindad, pobre México.
El caso Wallace se reabrió tras la denuncia formal en la FGR, de la periodista Guadalupe Lizárraga el 11 de diciembre de 2018, pese a lo cual la presidenta de Alto al secuestro ha negado, al menos hasta el mes pasado, la reapertura del caso.
De los 7 detenidos por este caso, tres de ellos -Brenda Quevedo Cruz, Jacobo Tagle Dobin y Jael Malagon Uscanga- llevan más de tres años en prisión sin sentencia. Cuatro de ellos -Juana Hilda González Lomelí, César Freyre Morales, Albert y Tony Castillo- enfrentan penas que superan los cincuenta años de presidio.
El periodista Ricardo Raphael sugirió que, debido a la relevancia del caso, debe ser atraído y resuelto por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Tras la denuncia de Guadalupe Lizárraga en la conferencia mañanera del 29 de marzo, López Obrador solicitó que se rindiera un informe de los avances de la investigación. Sin embargo, hasta el día de hoy no se ha rendido ningún informe al respecto, al menos no de manera pública.