El Gobierno de Coahuila, encabezado por Miguel Ángel Riquelme Solís, gastó, durante primer trimestre de 2019, $1,940 millones 570 mil 796 pesos por el concepto de servicios personales. Esto, en otras palabras, quiere decir que la inversión para dicho concepto fue de $21 millones 561 mil 897 pesos diarios.
El concepto de servicios personales incluye elemento como remuneraciones al personal de carácter permanente, remuneraciones al personal de carácter transitorio, remuneraciones adicionales y especiales, seguridad social, otras prestaciones sociales y económicas, previsiones y pago de estímulos a servidores públicos.
Dentro de los siete componentes que forman parte del concepto de servicios personales, el que significó un mayor gasto para el gobierno de Coahuila fue el de remuneraciones especiales y adicionales, en el que se invirtieron $595 millones 279 mil 766 pesos.
En 2018, Coahuila destinó el 32% del presupuesto en servicios personales.
Dentro del avance de gestión financiera que provee la Secretaría de Finanzas del Gobierno de Coahuila, no se especifica en qué consisten las remuneraciones especiales, pero éstas, incluso fueron superiores a la inversión que se destina para pagar la nómina de todos los empleados de la entidad.
Por remuneraciones al personal de carácter permanente, la inversión, en tres meses del 2019, fue de $567 millones 647 mil 252 pesos, cifra, como se reveló en el párrafo anterior, inferior a lo invertido en remuneraciones especiales.
Por otra parte, la partida de pago de estímulos a servidores públicos también recibió una inversión importante durante el primer trimestre de 2019. La inversión fue de $26 millones 804 mil 434 pesos, además, sobre este concepto, tampoco se especificó en qué consiste, cómo se reparte y a quiénes se lo entregan.
Hasta el final de marzo de 2019, la administración encabezada por Miguel Ángel Riquelme Solís ha gastado, en total, $9 mil 886 millones 746 mil 076 pesos. De este recurso, el 82.23% se ha invertido en conceptos como servicios personales, que equivale a sueldos y prestaciones laborales; servicios generales, que se destina para el pago de combustibles, agua, luz, entre otros; materiales y suministros, tales como ropa, herramientas y refacciones; transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas, mismas que incluyen donativos, pensiones y transferencias el sector público o al exterior del país; bienes muebles, inmuebles e intangibles tales como compra de autos, predios o muebles; inversiones financieras y participaciones a los municipios.
En contraste, sólo el 18% del presupuesto ejercido fue ejercido en las dos principales necesidades del estado; inversión pública y megadeuda.