Ha ido ganando adeptos. Sus conferencias de prensa, más que para emitir opiniones, se han vuelto clases de epidemiología básica. Se toma el tiempo para explicar, para detallar y para sostener con argumentos cada una de las decisiones que están tomando las autoridades sanitarias. Hugo López-Gatell, Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, lo hizo una vez más, se ganó todas las portadas, aunque el ángulo noticioso no haya permitido ver más allá de los números fríos: «Ssa estima que hay 26 mil 519 infectados en México», «Estiman 8 veces más contagios», «La pandemia es 8 veces más grande: Ssa calcula 26 mil casos».
En una entrevista que dio para el diario «The Economist», López-Gatell explicó que una de las rutas para contener el avance de una epidemia es la información, es decir, no ocultarle nada a la ciudadanía. De esta manera, según el funcionario federal, la gente puede tomar más conciencia y ejecutar las medidas sanitarias y recomendaciones para disminuir la ola de contagios.
«Yo siempre enfaticé la idea de que esconder información a la población es algo totalmente equivocado, no sólo en términos éticos grupales, individuales, gubernamentales, sino también en términos técnicos«, mencionó López-Gatell a Richard Ensor, reportero del diario británico.
El funcionario federal comentó que existe bibliografía y manuales que sintetizan la idea de que mientras más rápido hagas partícipe a la población de un problema, más rápido se va a solucionar, por ello tiene más sentido la presentación del modelo centinela, porque no se trata de escandalizar, no se trata de ocultar, se trata de que la gente entienda que el problema es más grande de lo que se ve, de lo que se prueba en laboratorios.
Durante la conferencia de prensa vespertina del miércoles 8 de abril, López-Gatell se tomó cuarenta minutos para explicar por qué se han reportado apenas poco más de 3 mil contagios en México y 174 muertes si en otras partes del mundo los pacientes ya han llegado a cientos de miles. El Subsecretario explicó que en epidemiología existe una metodología que soporta la idea de que no todo lo que se ve, es lo que está pasando, sino al contrario, también hay que tomar en cuenta lo que no se ve. En ese sentido, a través del método centinela, se reveló la cifra que ocupó las portadas de todos los diarios del país; «No son tres mil contagios, son más de 26 mil», «La epidemia es más grande de lo que parece».
López-Gatell enfatizó que, con la fórmula del método centinela, desarrollada en 2005 por la Organización Mundial de la Salud y otras instituciones autorizadas de Estados Unidos y Latinoamérica, se puede concluir que, de acuerdo con las cifras oficiales obtenidas por el estudio de la enfermedad y las pruebas de laboratorio, la incidencia es entre 8 y 12 veces más grande. Es decir, si te dicen que existe una población de 300 mil contagios, entonces la estimación real puede llegar hasta los 3 millones.
Sobre las medidas de mitigación que ha emprendido el Gobierno Federal, y que han sido severamente criticadas por el efecto negativo que han tenido en la economía, con más 300 mil plazas perdidas en poco más de tres semanas, Hugo López-Gatell explicó que no se tomó la decisión de aplicar la medida de restricción directamente al ciudadano porque se hubiera afectado más al taquero, al vendedor ambulante o a la señora que vende elotes en las esquinas, que al dueño de una multinacional que no tendría tantos problemas si detiene su producción por unas semanas. Por ello, se generalizó, se clasificaron las actividades económicas y de allí hacia abajo se divulgó la idea de mantenerse en casa, de aislarse y de evitar reuniones masivas para disminuir la influencia del virus.
«Entonces, si uno hace la medida dirigida al ciudadano, uno es igualmente astringente con el vendedor ambulante, el taquero de la esquina y la señora con sus elotes, que con el dueño de una empresa multinacional, el que va a sufrir las consecuencias peores es el primero no el segundo. Entonces, diseñamos la intervención para que se fuera destinada a los sectores productivos, porque los sectores productivos, al suspender actividades, en cascada van teniendo una desmovilización masiva. Estrictamente hablando, no hay que perder de vista que la meta es mitigación, no contención. Y entonces, la intervención se erosiona, porque el taquero de la esquina, si no sale, se muere de hambre él y su familia. Y va a haber un cierto número de personas que van a permanecer en movilidad, además de los que son esenciales. Pero la suma de suspender las escuelas, suspender los trabajos formales, y suspender los trabajos del gobierno, da un volumen muy grande poblacional. Lo habíamos estimado en 65m de inmovilidad. Eso tiene un efecto positivo.», dijo para The Economist.
Sólo el tiempo revelará si las medidas tomadas por el Gobierno Mexicano fueron las mejores. Hasta el momento, la curva de contagios continúa a la alza, pero las autoridades sanitarias no lo han negado, advierten que en las próximas dos semanas llegarán más casos, quizás el punto máximo. La economía se ha detenido, se han perdido muchos empleos, mayormente del sector turismo. Los pequeños y medianos empresarios se sienten olvidados, desamparados, sin apoyos. El discurso y las explicaciones de López-Gatell pueden ayudar, la cooperación de la ciudadanía también es un factor clave. Resta esperar, quedarse en casa, tomárselo en serio y resistir el embute de un sistema que se está colapsando ante la falta de fuerza de trabajo y la circulación de dinero.
Estamos por llegar a la fase 3 de la pandemia. El primer caso fue diagnosticado el 28 de febrero, es decir, a poco más de un mes, la enfermedad ha avanzado rápido. Resistir y acatar medidas, no queda más.