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Desde su primera edición, la marcha del orgullo gay ha representado un avance en Torreón a favor de la diversidad sexual; pero este año fue diferente, faltaron personas que se sumaran a este movimiento para que la bandera arcoíris brillara por completo.

La cita era a las cinco de la tarde; a lo lejos se apreciaba una tarima en medio de la calle y algunas personas cubriéndose del sol. Al llegar, aprecié que la mayoría de los asistentes portaban una playera patrocinada por el candidato a la alcaldía y representante del PRI, Miguel Mery; el diseño era una “M” con colores por enfrente y la palabra “MERY” en negritas por la espalda.

Poco antes de las seis, una camioneta blanca se estacionó en la esquina del evento y los maestros de ceremonia aprovecharon para anunciar la llegada de Miguel, quien entre aplausos y celebraciones fue recibido.

A algunos integrantes de la comunidad no nos agradó este acto, porque de un movimiento social para promover la igualdad, la celebración por el orgullo gay se convirtió en un mitin político que fue comentado en redes sociales y medios de comunicación.

Ese día conocí a Óscar y a su hijo, quienes me dijeron que después de vivir en corrupción, delincuencia y pobreza, la sociedad coahuilense ya no se conforma con las promesas de un candidato y menos si se trata del PRI. Mencionaron que la vida de Mery Ayup, podría ser la principal causa de la baja asistencia en la marcha.

No puedo juzgar a Miguel Mery, al contrario, valoro su interés por la diversidad sexual; pero para aprovechar este mitin político, me hubiese gustado apreciar la asistencia de los demás candidatos a la alcaldía para escuchar sus propuestas sobre el combate a la discriminación.

Todos poseemos el derecho de ser cómo queramos y de expresar nuestro afecto, falta que se respeten esos derechos entre la sociedad, como seres humanos y como ciudadanos. La situación de desigualdad en nuestro estado no se la podemos cargar toda a los políticos o a los partidos. ¿Los coahuilenses qué estamos haciendo para mejorar nuestro entorno?

En esta marcha, detrás de toda esta propaganda política, se encontraba un mensaje de equidad que necesitaba ser escuchado, y que lamentablemente fue ignorado por la visita de un partido político. Espero que el siguiente año, la bandera arcoíris brille como en años pasados.

 

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